vanguardia - 1 days ago

Cada año, el 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, y me parece importante hacer una pausa para preguntarnos: ¿qué entendemos realmente por salud mental?Porque a veces parece que la confundimos con no sentir, con estar siempre bien, con no tener dudas ni tristezas.Pero la salud mental no es ausencia de emociones, ni control absoluto de lo que sentimos.Salud mental es aprender a convivir contigo, incluso cuando no entiendes lo que te pasa.Es hacerte cargo de tu historia, cuidar tus pensamientos, tus vínculos y tu descanso.Es reconocer que la vida no siempre está en equilibrio, pero que tú puedes aprender a moverte dentro de ella sin romperte.Nos han enseñado a pensar que ir a terapia es para cuando “ya no puedes más”. Pero la salud mental no empieza en la crisis, sino mucho antes: cuando te detienes a conocerte, cuando preguntas de dónde vienen tus reacciones, cuando aprendes a poner límites o a perdonar, cuando eliges hablar en lugar de callar. Eso también es salud mental: descubrirte.Tener salud mental no significa no llorar, no enojarte o no sentir miedo. Significa saber qué hacer con eso. Poder mirarte con honestidad, sin juzgarte por tener días difíciles, y también saber recibir la alegría cuando llega, sin miedo a perderla.El bienestar emocional tiene más que ver con la armonía que con la perfección. Hay días donde todo encaja y otros donde todo se desordena, pero ambos forman parte del mismo proceso. Porque crecer, sanar, entenderte y volver a ti no es un d es un recorrido. Y ese recorrido es más claro cuando lo haces acompañado.La terapia no es un lugar donde te “arreglan”, sino un espacio donde te ves, te escuchas y te reconoces.A veces duele, a veces libera, a veces te hace reír. Pero siempre te invita a estar más presente contigo. Ir a terapia no es señal de debilidad, sino de valentía, de alguien que decidió dejar de vivir en automático para aprender a vivir con conciencia.Hablar de salud mental es hablar de humanidad.De permitirnos sentir, de entender que la ansiedad no nos define, que la tristeza no nos condena, y que la calma no siempre llega porque todo está bien, sino porque aprendemos a estar en paz incluso cuando no lo está.Así que con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, recordemos que no se trata de eliminar lo que sentimos, sino de aprender a sentirnos sin miedo.Porque estar bien no es dejar de moverse, sino encontrar el ritmo propio que nos sostiene en cada etapa.Y recordemos que somos un todavía.ARTÍCULO ANTERIOR: Amar libremente: cómo diferenciar amor de posesión y respetar la libertad del otroSígueme en redes sociales: IG: tamararoblesp

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